sábado, 4 de junio de 2011

June

Nos conocimos por una brisa. Fue un sin querer. Me voy lejos a buscarte una y otra vez. Ya verás, un buen lugar para estar.
Me voy lejos de la ciudad, ¡Hey! me voy lejos de la ciudad.
Voy a perder el orgullo, la dignidad, el latido constante del corazón.
Este corazón loco, enfermo, escurridizo. Sí, si que escurridizo.
Nos enamoramos con unas cervezas, con unas heladas cálidas. Y el humo llenando el espacio.
No volveré más. No volveré más.
Hablamos, sí que hablamos. Y el tiempo se escapó. Nos tuvo miedo ¡Hey! si que nos tiene miedo.
Toma mi mano, mi pelo. Sí, carajo, mi pelo.
Y no volveré jamás.
Me quedo lejos de la ciudad, en la Latinoamérica pobre. En la mía Latinoamérica.

La contradicción es contraria al mismo tiempo, se vuelve escurridiza como este corazón.
La contradicción del saber, del no saber. ¡Hey! no volveré.
Papá, me voy de la ciudad. No volveré.
Es un pueblo pequeño, mis manos lo son. No necesito papeles para irme ni volver.
Cruzaré las fronteras. Ya las crucé. Punto para mi.

No confío en ti, ni en ti. No apuñalo por la espalda, yo no soy de esas. No rompo corazones por diversión. No engaño. Tu engaño me supera. Es malo.
¡Hey! no volveré.
Una puta canción de amor. No. Eso no es lo que hay. Fue una brisa la culpable. Sí, si que fue una brisa.
Y puedo reír a carcajadas. Sí, si que puedo reír a carcajadas.
Y mis palabras matan tu orgullo. No soy fácil, no soy simple. No podrás comprarme, soy demasiado cara. Sí, si que soy cara.
Y mi cara está siempre de frente. Mirando hacia arriba. Sí, mirando hacia arriba.
Y no te tengo miedo, no le temo a nada. A nadie, a nada.

Voy a matar a un hombre solo para verlo morir.
Y voy a morir en París. Sí, si que moriré en París.


1 comentario: