
Los recuerdos me cruzan el alma. Cada vez es más difícil recordad más duele olvidar. Ha pasado tanto tiempo, tanto... Parece un pasado de otra vida, parece que nunca fue mio. La gente es ajena, me reflejo en ellos, en todos y arranco de nuevo, me alejo sin piedad... entre más rápido mejor. Es un río de sangre, un escupitajo al aire. Maldigo el momento en que mi vida dio un rumbo y a la vez no me arrepiento. Pero duele... duele más que nunca. Aún más cuando estás entremedio, cuando tengo en mi cabeza una rama cafe, un remolino emocional destructivo. Cuando no puedo decidirme ni entender qué es mejor. Cuándo no sé si vale la pena o no, si se trata de esperar o olvidar siendo que también estaré esperando. Esperar es dejar pasar el tiempo y si decido no esperar también pasará el tiempo. Y lo veo.... un fondo azul, una diapo... como las de antaño y me pongo a llora. Y se me complica la vida, y se mezclan los conceptos y me vuelvo un marciano, no sé cómo me llamo, quien soy. Y vuelvo a mis 16. en una camilla, con la luz en mis ojos y el cambio... la ventana... el cigarro, me convierto en una extraña total de mi propio consentimiento, sí soy inconsciente de mis actitudes, vuelo y me escapo del mismo lugar que estoy siempre. Y te veo... de rojo... y me veo... Y me parezco a mi misma, la de los cabellos enredados, la de las caderas tranquilas y los brazos ásperos.
Soy la de siempre, en otro cuerpo, con otro desplante, con un pasado demasiado pesado en mis espaldas y me pongo a llorar, de nuevo. Soy una fokin extraña... una extranjera en mi propia conciencia, en mi cuerpo, en mi nación.
Y la hora es inconclusa, mi horario está cambiado. No me conformo, no me siento viva, es todo impredecible, ajeno... lejos estoy... lejos...
Ya me cansé de buscar donde no hay... pero siempre hay más tiempo para esperar. Solo quiero saber, solo eso. Y es un estúpido recuerdo extraviado el que vuelve a mi. El olor particular que no puedo alejar de mis sentidos, la oscuridad, el bla bla. La chaqueta de cuero, el perfume, las razones... los globos, la tiza que te parte las manos, los textos llenos de café, el color de la amargura, el que llevo en mis ojos como una cruz. No es el vino, no es tu risa, no es mi razón, soy yo, soy yo la que está mal sentada, la que explota de locura y disconformismo. Soy la misma del pelo enredado, la de las uñas de colores, la del estilo extraño y enfermo, enfermo de beber, que querer de extrañar y ahí aparecen ellas, en este momento, se acercan con sus sonrisas perfectas, sus manos heladas y con el olor dulce que odio pero que me entrega paz. Ellas... las de siempre, las de la mentira, las de la risa, las del alcohol, las de los consejos precisos y concisos, las que me levantan cuando he caído y nadie sabe.
Y la del pelo negro... la única. Y la más pequeña, la mañosa del pelo oscuro claro y las manos cansadas. La misma que me hace reír y me reta como si tuviera años de experiencia cuando me pongo extraña.
Y giro nuevamente y puedo decir y mil veces y y y y y y y y y y y y y y me ayuda a resumir a entender. Soy una turista en este momento. No es mi vida. No eres tú, no soy yo. Es el aire... es el calor y el chocolate...
YO ADORO CON MI VIDA A ESA EXTRAÑA. CON MENTE ENFERMIZA Y LOCA POR VIVIR, Y MIENTRAS YO SEA UN PERSONAJE EN ESE CAMINO AUNQUE SEA DESCONOCIDO PARA MÍ TU SERÁS LA MISMA.. LA MISMA AMIGA SINCERA TRANSPARENTE PREOCUPADA GENEROSA TALENTOSA Y CONFIABLE, LA MISMA LA MISMA EN TEATRO EN DUOC MÁS GORDA MÁS FLACA CON NOVIO SIN NOVIO, MI AMIGA ES LA MISMA
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