viernes, 30 de julio de 2010


Muero de amor de viajar.



domingo, 25 de julio de 2010


La voz de mi abuela abajo. Yo arriba.. en el mismo cuchitril de siempre, el mismo olor incansable y el sonido del teclado inmediato.
Sueño Europa. Volver no tiene gracia alguna... solo el sentir a los queridos más cerca que nunca. El tecito caliente y los cantos de mi madre. El ruido de mi padre, la voz aguda de mi sobrino y la batería improvisada de mi hermano con los platos.
Solo me queda ver películas sin pensar en nada. Mientras se pasan las horas y espero las nuevas vacaciones de invierno para largarme nuevamente. Ahora con la única que me motiva a no detenerme jamás. Para cuidarla.. sorprenderla y hacerla feliz. Mi mamita hermosa, la más linda de todas.
De pronto me veo en un avión, luego en otro, al instante en otro, tantas aerolíneas, tantos vuelos en tan poco tiempo. Amo viajar sola... amo el sentir que descubro a mi ritmo... amo saber que solo depende de mi y todo lo que hay frente a mi es para mi.
Si solo pudiera elegir un momento de todo, sería salir del metro en París, voltear y encontrarme con el palacio más hermoso que he visto jamás. El museo de Louvre... nunca nada podrá compararse a ese momento, ningún momento podrá entender cómo fue y simularlo... nunca nada volverá a ser igual luego de sentir esa emoción. Nunca nada me podrá hacer sentir así jamás, ni siquiera la segunda vez que esté ahí. Ese momento está guardado en mi corazón y nunca más volverá a existir, mientras yo no lo vuelva a revivir.
El museo de Louvre... el único del mundo... el más importante... París.
Sueño París y no voy a despertar jamás.

martes, 13 de julio de 2010

Volver.


Como en una instantánea espontánea miro por la ventana. Que calor que hay afuera, cuánto silencio escucho. Las olas eternas, algas.
Un día me voy a sacar todo de la cabeza y depositarlo en una cabina telefónica. Voy a correr... caminar ya se vuelve costumbre... el día que deba prometer regresar correré y se saldrán de mi cuerpo todas las moléculas... los haluros de plata, el olor a español, el olor a bacon, el calor, la lluvia tropical, los mil tickets de movilización, el bonjour, el hÖla, el hey, el hello, todo! Todo saldrá de mi cuerpo y yo renaceré finalmente, completamente... El viento no tocará mi piel... solo tocará mi alma...
Y correré y correré y cuando ya me falte el aliento me sentaré y lloraré. Por España, por Noruega, por Francia, por el olor a español, por mi madre, por mi amor, por mis amigas, por mi padre y todos lo que piensan en mi y juraré volver.
Volveré a tomarme el café más exquisito que he probado en el café de Sara Bernhardt y ahora no me equivocaré, volveré a subir 400 peldaños para tocar la gárgola más conocida en el mundo, volveré a llorar como recién nacida frente al museo de Louvre, volveré a ver un partido en una barucho de mala muerte, volveré a quedarme dormida en clases, volveré a morir de cansancio, volveré a viajar en un bote por Oslo, volveré a sentir el mismo sabor cálido del viento... la sal del mar, el silencio en las salas del Louvre y el ruido frente a la Monalisa, a tomar cerveza en el palacio de la cerveza, volveré a sentir vértigo desde las torre más impresionante de París, volveré a comunicarme como pueda con mil idiomas distintos, volveré a caminar descalza por el pasto que no se podía pisar, volveré a sonreír como nunca, volveré a llorar y volveré... juro que volveré.

martes, 6 de julio de 2010

Iurops


Ha pasado tanto. Incontables todos los pasos que he dado en este continente. Qué manera de caminar! Desde el olor a español sin desodorante... y vaya que sin desodorante hasta el maravilloso olor de la pureza de Oslo.
Esto es un sueño hecho realidad, esto es bellísimo, muero de hermosura por todas partes. Aca hay mucho sol, mucha playa mucha ola... aca todo es verano. Un verano azul verdadero.
He paseado, conocido, reinventado, comprendido, acostumbrado, reordenado, descubierto cada pasaje de esta corta estadía. Momento en que soy turista, otros me siento como en casa... pero siempre hay algo que me recuerda lo lejos que estoy... ese olor insoportable a falta de desodorante español.
Por la noche que aparece atrasada cada día me trato de dormir, pero las horas pasan más rápido que en cualquier lugar del mundo. Es increible lo rápido que ya son las 22:23.
Extraño mucho, cada día extraño... pero cuando hago la "llamada" me gustaría escuchar más emoción... solo es mi madre, la entusiasta, que se emociona hasta llorar.

Amo este lugar, me he enamorado de cada cosa que he conocido y no dejo de soñar con lo que conoceré y cuando vuelva ya sabré dónde estaré.